
Como fruto de la Jornada Mundial de la Juventud Brasil 2013, y por medio del Espíritu Santo nació en el corazón de Diana Carolina Loaiza Restrepo y Juan Pablo Díaz García la fundación de los Misioneros de Nuestra Señora de Copacabana, una comunidad católica que tiene como tarea establecer la devoción a Nuestra Señora de Copacabana, en el municipio, el departamento y el país, uniéndonos a los países latinoamericanos que tienen la misma devoción por esta advocación mariana como: Bolivia, Perú, Argentina y Brasil.
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Queremos hacer lío e ir contracorriente como lo pidió el Papa Francisco en la noche de la Vigilia en las playa de Copacabana en Rio de Janeiro: “saliendo afuera, a las calles, donde nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios y veredas”.
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Ir contracorriente es:
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Seguir a María como Madre y guía
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La belleza: responder a los dones que Dios nos dio
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La bondad (amarla y ser buenos) y la verdad (encontrar a Dios)
Y nos hace 3 llamados para ir contracorriente:
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Llamados por Dios: promover la cultura del encuentro, armados de la oración, unidos a Dios y nutriéndonos con su carne.
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Llamados a anunciar el evangelio: educar a los jóvenes a la misión, salir a las periferias e ir a donde los que necesitan de la palabra.
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Llamados a promover la cultura: encuentro de una sociedad dominada por 2 dogmas: la eficiencia y el pragmatismo.