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Historia de Nuestra Señora de Copacabana

 

Alrededor de 1580 en Copacabana Bolivia hubo un tiempo de malas cosechas y otras desventuras que obligaron a dos grupos indígenas: 
los Urinsayas y Aransayas a dividirse  pensando cada uno en atraer los favores del cielo con un santo de su devoción para encontrar la paz y un patrono para su ciudad. 
Los primeros eligieron a San Sebastián y el otro grupo a la Virgen de la Candelaria.

Un hombre descendiente de los incas, llamado Francisco Tito Yupanqui, decide modelar con sus manos y en arcilla la primera imagen de la Virgen, quien pensaba que los grupos indígenas la elegirían como la patrona en vez de San Sebastián.

Terminada la imagen de arcilla de la Virgen, Tito Yupanqui se presentó ante el párroco, quien la rechazó al igual que todas las personas que allí se encontraban. Decían que era una imagen mal hecha y fea.

El Inca se postra ante la Virgen para que le ayude a conseguir su propósito, decide viajar para formarse en pintura y escultura.

Llega a la escuela de Potosí para aprender la técnica con maestros en escultura de imágenes sagradas.

Antes de comenzar su trabajo, hizo celebrar una misa en honor de la Santísima Trinidad, para obtener sobre su obra la bendición divina.

La tradición popular cree que la Virgen se le aparece en las proximidades de su choza, anunciandole que le ayudaría con la obra.

Pero para los Franciscanos, guardianes del Santuario, creen que el indígena tomó como modelo la imagen de la virgen de la iglesia de Santo Domingo.

El maestro Diego Ortiz le enseñó a esculpir y tallar la madera, con la cual Tito Yupanqui comenzó a elaborar la imagen de la Virgen.

Al terminar de esculpir la imagen de la Virgen, se presentó al obispo para la fundación de la cofradía de la Candelaria, pero aquel negó su autorización. 

Con la imagen regresó  a la ciudad de La Paz y trabajó con el maestro Vargas, quien ayudó con el policromado de la imagen. Al concluirla, gustó tanto al sacerdote, que le hizo exclamar: “no sé qué tiene vuestra imagen, Tito, que parece echar rayos de luz”.

Cuando la cofradía estuvo aprobada por el obispo se encontraron con la oposición Urinsaya para el traslado de la imagen a Copacabana, sin embargo el corregidor de Omasuyos y Copacabana, Jerónimo Marañón, ordenó su traslado. 

El 2 de febrero de 1583, Festividad de la Candelaria, la imagen llega a Copacabana donde sus pobladores la esperaban con flores y alegría, admirados por la belleza de la imagen y en una solemne misa la entronizaron en el altar mayor de la Iglesia.

En 1925 fue coronada como Reina de Bolivia.

De acuerdo con el historiador y periodista boliviano, Cristóbal Serna Sánchez, Tito Yupanqui emprendió una intensa labor evangelizadora y creó otras figuras basadas en la Virgen.

Se cree además que también fue pintor y que entre ellas realizó el retablo de Nuestra Señora de Copacabana. 
Sin embargo obras encontradas de esa época son anónimas y hasta la fecha en Bolivia no hay ningún cuadro que se identifique como autor Tito Yupanqui. 

Muchos artistas se inspiraron en la escultura de la Virgen para hacer otras imágenes marianas con el mismo nombre, que fueron llevadas a diferentes países. 

No se ha podido documentar la presencia de habitantes de la península de Copacabana sobre el lago Titicaca en la tropa de Robledo.

Pero en la historia del venerado retablo de nuestra Virgen Fundadora se sabe, por tradición, que lo trajeron a Tasajera indios bolivianos que regresaron a sus lares. 

El padre Arnedo recibió el retablo, por un donador anónimo  y en 1960 el Gobernador Don Juan Gómez de Salazar, reclamó como suyos el terreno en que estaba asentado el pueblito.

El Padre Thomás de Arnedo entonces emigró un cuarto de legua al sur, y reasentarse a las riveras de Piedras Blancas no sin antes pedir que le dejaran llevar el “cuadrito de la Virgen”, lo cual le fue concedido.

En 1702 se autoriza y decreta el nombre: Nuestra Señora de Copacabana de la Tasajera  porque sus habitante sienten gran devoción por la Virgen.

Luego de la pocesión del Padre Francisco José Zapata Gómez de Múnera, se da el decreto de creación de la nueva parroquia y aclara que se le da ese nombre al nuevo pueblo porque los fieles de tiempo atrás le tienen gran devoción.

En 1780 llega a Copacabana la imagen de nuestra señora de la Asunción  y es construido un nuevo templo. 

Deciden entonces cambiar el nombre y destituir a la verdadera patrona (la virgen de Copacabana) por la de la Asunción.

Llámanos:

(+57) 301 2714958

Misioneros de Nuestra Señora de Copacabana

misionerosnsc@gmail.com

Carrera 44 No. 51 - 30. La Pedrera

Copacabana, Antioquia. Colombia

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